25/5/08

Triste historia de amor (1)

Nunca ame tanto como ese día,

En el que la protegí entre mis brazos,

Nunca supo el mundo de un abrazo

Tan cercano a la muerte voluntaria.


Nunca ame tanto como aquel día,

En el que me ofrecí como villano,

En el que en pos de tomar su mano

Me tire sonriendo a los leones.


Nunca ame tanto como ese día,

en que acepte la culpa, el castigo de ella,

y la vi partir siguiendo la huella

del alivio de no ser perseguida.


Nunca ame tanto como ese día,

En el que por su error fui condenado,

Nunca fui tan humillado

Ni tan feliz como ese día,


Y después de tanto sacrificio,

Tanto yugo, tanta cruz que no era mía,

La vi partir en la alegría,

Del abrazo de otro hombre.


Y nunca fui tan triste como ese día,

En el que solo me encontró la muerte,

En el que al fin se acabo la suerte

Y supe que ella nunca fue mía.

3 comentarios:

Daniela dijo...

Un regalito que se me vino a la memoria al pasar por acá.

Instrucciones para salvar el odio eternamente
Ismael Serrano

Si ella se va no la perdones
si te deja cultiva bien tu odio
nunca seas generoso en olvido si ella se va.
Si te deja no digas "adios"
o "que vamos a hacerle"
no pidas perdon.
No repases vuestras fotos
y mirandole a los ojos
regalale eterno tu odio.

Si ella se va no trates nunca de entenderla
maldice sus pasos
nunca creas sus despedidas, sus promesas, su explicacion.
Y provoca llanto y dolor
que queme su conciencia como el sol
que el adios le corte como una cuchilla
no te confundas: ella es la asesina.

Porque cuando ella se va
alguien la esperara en la esquina
en otros brazos reira con otras mentiras
dira "te amo", "cuanto tiempo te he estado esperando".
Y te olvidara, todo habra muerto
y aquel otoño nunca habra sido vuestro
¿Para que mentir? que ella se lleve aunque dure poco
tu odio para siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=sWDLbns6Rdo

dijo...

Lo contradictorio que es el amor y la felicidad... lo bueno y lo malo, lo que humill ay lo que nos llena...
es tan bello este poema, me siento tan identificada...
un abrazo

M- dijo...

En el que al fin se acabo la suerte

Y supe que ella nunca fue mía.

que lindo