Estaba rodeado, el lo queria asi. Una densa oscuridad lo cubria, en todas las direcciones, aislandolo de todo lo que a su corazón dañaba. Caminó lento, como sin querer hacerlo y miro con lastima el frasco, olvidando todo. Haciendo un sonrisa forzada y dolorosa, sacó de él dos pastillas, ya estaba cansado, necesitaba irse de ese lugar para siempre. Tomando coraje, leyo del pequeño emboltorio que cubria al frasco: "no tomar mas de dos pastillas a la vez, daños nosivos para la salud... muerte". Esa era la palabra justa, la que el buscaba. Se acerco a la cama, miró de nuevo el frasco, lo dio vuelta y dejo caer en su mano cinco pastillas mas. Las tomo todas de un solo intento, ansiosamente, y se sento a esperar...
19/3/07
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3 comentarios:
La vida cuando ya no quedan ganas de vivirla si q es un lugar triste...
muy bueno, como siempre...
Besos...
Será su deseo un "morir para empezar de nuevo"?, borrar errores, melancolías y sufrimientos?
Vivir sin vivir, y en la espera muere...
Excelente! y aleccionador sin dudas!
saludos.
a esperar, y casi podés imaginar el sudor frío cayendo de su frente, el temblor en las manos, las imágenes sucediéndose en su mente, y las pastillas liberando sus fatales químicos en su organismo.
abrazos
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