12/10/11

Renacimiento

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Extrañamente, por un momento me desbordo sobre mi mismo.
Una felicidad me nace en el centro del pecho,
y el ruido silencioso que late
es mi corazón creciendo, colmando, llenando el vacío.

Tu voz es el milagro que se me demoraba
en mis horas de mayor soledad.

Hoy nazco en mi desde la certeza,
soy un árbol nuevo
esperandote.


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3 comentarios:

V a v o dijo...

con un hacha a los pies?

Matías dijo...

exacto

Flo dijo...

ojala ese milagro pueda renacer con el día... reinventarse... perdurar...