19/5/07

Sueños perfumados

a lo mejor este cuento sigue, pero esta parte es un micro cuento en si...
Como los pétalos de una rosa que poco a poco se abren para absorber del mundo la luz, el calor, el Sr. B abrió sus ojos y sintió que toda la luz del mundo atacaba sin piedad sus pupilas. Miro sus manos, las paredes, el techo, nada era familiar.
¿Cómo se siente usted hoy? Pregunto una voz profunda y grabe procedente de un hombre alto y delgado con uniforme blanco que tenia en sus manos algo así como una planilla. Hubo silencio entre los dos.
Anoche soñé que era una flor dijo el Sr. B un poco sorprendido de que ese fuese su único recuerdo. Su mente estaba en blanco, un situación tan incomoda como suena. Luego añadió Anoche soñé que era una flor. Y que todo era bello y armonioso. No tenia manos pero acariciaba todo, decía mientras miraba a través de la ventana, no tenia oídos, pero sentía un dulce arrullo mientras el viento me mecía con suavidad. No tenia boca pero igual sonreía. Trato de pararse pero fue en vano, se sentía débil. El doctor le dijo que lo mejor era descansar un poco mas. El Sr. B sin ofrecer resistencia, apoyo de nuevo la cabeza en la almohada y se volvió a dormir, cercado de flor.

18/5/07

Gritos

hay susurros que llueven en mi espalda
y dedos de apuntar que me lastiman la cien
¿por que no me dejan ser loco?
me duelen las paredes ¿acaso no lo ven?
¿por que respirar se ha vuelto pecado
cuando lo hago sin la boca, a través de la piel?
hay reproches que caen desde arriba
y manos que a la cabeza van en señal de espanto
y todas las voces son gritos, son llanto,
cuando cruzo las calles sonriendo volando
¿por que ha de estar mal lo que elijo
cuando en realidad me estoy explorando?
hay vidas que caen sobre la mia
y me aplastan las ideas, las ganas de pensar
¿por que ahogan con sus hiedras mi mente?
¿por que no me dejan ser en vez de estar?
y si exploto algun dia en rabia
nadie se enoje, nadie se asuste, nadie se altere
que pronto volvere a ser "normal"
que pronto sere el altruista de siempre
esto no va dirijido a nadie, solo surgio como surgen todas las cosas que escribo...

4/5/07

Fallas de percepcion

Era de noche y hacia frío. Por la ventana entreabierta no solo se colaba un aire fresco que congelaba hasta las ideas sino también una tenue luz de luna que mostraba el lado siniestro de las cosas que poblaban la habitación, llenándolas de sombra y misterio. Esteban, acostado en su cama, se debatía si valía la pena levantarse y enfrentar el frío para cerrar la ventana, o si era mejor esta postura pasiva, cómoda, que estaba tomando. Con desgano miro lo que parecía ser la sombra de una colcha que yacía en el suelo junto al escritorio, “otra posible opción” pensó mientras seguía acostado boca abajo, pero estaba lejos, y habría que levantarse igual.
El poco abrigo que poseía acostado estaba empezando a hacerse notar. Tiritaba esteban entre pequeños suspiros que precedían un debate interno sobre si levantarse, a estas alturas de la noche, seria conveniente. Mejor dormir, aprovechar el tiempo, el día iba a ser largo. Pero el frió, las enfermedades.
Tomando coraje salió de debajo de las sabanas, se paró tiritando y esquivó algunas cosas camino a la ventana solo para darse cuenta de que estaba amaneciendo y ya se acercaba la hora de ir a trabajar. “Si me duermo ahora no me levanto mas” pensó. Prendió la luz, aun la claridad del día no era total, y tomo los pantalones que estaban sobre la silla. Al terminar de vestirse noto que su ropa le quedaba algo grande y sin darle importancia desayunó, tomó el portafolio y salió a la calle.
Al salir, se dirigió a la parada del colectivo admirando las calles llenas de otoño. Por algún extraño motivo sentía algo raro en sus brazos, sus piernas, sus manos, su cuerpo. Vio llegar el colectivo, y, moviendo la cabeza como para despabilarse, subió en el.
Una vez dentro de este, tomo asiento junto a un señor que, apoyada la cabeza en la ventanilla, parecía dormir placidamente. Esteban miro sus pies, sentía que los zapatos le quedaban gigantes, y eso, le resulto completamente extraño. El nunca compraba nada que no le quedara bien, acorde a su tamaño. Mientras distraído meditaba sobre que podía estar sucediendo con sus pies, pudo observar, junto a una de las patas del asiento delantero a una personita, del tamaño de un vaso pequeño. Atónito, desorbitados los ojos, se acerco para verlo mejor.
Una vez cerca pudo ver que esta personita se reía mientras lo miraba. “¿De que te reís?” pregunto esteban intrigado por el origen de esta extraña persona. “ De vos, serás el mas pequeño de todos”. Esta respuesta le causo mucha gracia a esteban que se paraba por que debía bajarse.
Toda la mañana trabajo esteban pensando en el comentario de aquel atípico personaje, mientras poco a poco el notaba que sus vestiduras le iban quedando cada vez mas grande. Estaba empequeñeciendo.
El pánico lo invadió por completo. Se paró, y apenas sobresalía por arriba de su escritorio, si seguía así las ropas lo aplastarían, pensaba Esteban que procedió a sacarse las vestiduras. Todo, absolutamente todo cambiaba de proporciones para él, los escalones se convertían en precipicios, los cajones de los muebles abismos, las habitaciones interminables desiertos.
Acurrucado, cansado y con un sudor frío que le recorría todo el cuerpo, esteban se acostó sobre su saco que yacía en el suelo, rogando que alguien lo viese antes de pisarlo y le brindase la ayuda que tanto estaba necesitando. Al entrar un compañero de oficina pudo ver a esteban, con el mismo tamaño que siempre tuvo y tendra, acurrucado en el suelo, desnudo y temblando de frío.