Una vez un hombre vivió feliz. Descalsos los pies, paseaba por la tierra comiendo de esta, aprendiendo a ser bello entre lo bello y la sencillez. Una vez un hombre fue feliz, su techo era el cielo, su luz el sol y los animales todo lo compartian con él. En paz, caminaba por montañas y bosques, se sentia uno con el mundo que lo rodeaba.
Pero un día, el hombre otros hombres vió y tan mutuo fue el sentimiento de compasión, que al acercarce a compartir su alegria con esos hombres grises, ellos al creerlo triste lo enfermaron con civilización. Cubrieron su cuerpo, lo enserraron entre paredes para que tuviera un hogar, le enseñaron a ser esclavo y así del mundo se alejó.
Hoy se siente solo entre los solos, lejos de si, de su vocación. Desea no tener mas dueño y solo anhela ser libre como el viento pero sin smoke.
Pero un día, el hombre otros hombres vió y tan mutuo fue el sentimiento de compasión, que al acercarce a compartir su alegria con esos hombres grises, ellos al creerlo triste lo enfermaron con civilización. Cubrieron su cuerpo, lo enserraron entre paredes para que tuviera un hogar, le enseñaron a ser esclavo y así del mundo se alejó.
Hoy se siente solo entre los solos, lejos de si, de su vocación. Desea no tener mas dueño y solo anhela ser libre como el viento pero sin smoke.