El horror tiene muchas caras,
como una sombra que gira
mostrando un brillo de colmillo
a la altura de una supuesta
siniestra boca,
o como una gota que choca el metal
y recorre la noche con eco de pasos.
El horror tiene un momento
en el que uno se da cuenta
de que a la noche le faltan estrellas
y no se atreve a entrar al sueño
sin pasar por el abrazo de ella
para hacer de la sombra
un lugar mas tibiamente memorable.
Es el horror como una caricia
lenta y tosca a la altura de la nuca.
El horror en este momento es encontrar
que la cama me queda grande
y la noche me queda chica.
25/5/09
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2 comentarios:
que lindo final...
lindo porque suenalindo, pero que triste
es asi tal como lo relatas...hay noches donde suena a horror....donde la soledad parece atacar y contarnos un relato de terror.....
me gusto como lo escribiste!
muchas gracias por pasar por mi blog!!
besos
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